Este sábado me voy con unas amigas a Barcelona, a disfrutar de la magia del Palau Blaugrana nada más y nada menos que en la vuelta de la final de la Liga de Campeones de balonmano, que enfrentará al FC Barcelona y al Ciudad Real.
Después del resultado de la ida, 28-27, la vuelta será más apasionante si cabe. La verdad es que tengo unas ganas enormes de coger el tren y plantarme allí para ver a todos esos monstruos en acción. ¿Quién levantará la copa? Pronto lo sabremos.
Y luego, a disfrutar de la noche de la ciudad condal.